lunes, 3 de marzo de 2008

Proyectos productivos: cultivo de amaranto

Hola:
Dios nos ha regalado la oportunidad de iniciar una semana más de vida, qué haremos con ella? Esa es decisión de cada cual, sinceramente te deseo que aproveches la oportunidad del Creador (cuál es tu misión en éste mundo, a qué veniste?), entremos en materia...

PROYECTOS PRODUCTIVOS:
Considerando que todos necesitamos ganarnos la vida, y que la cambiante situación actual nos obliga a buscar alternativas económicas que nos permitan adaptarnos a la nueva situación (alta competitividad en el entorno internacional), me permito compartirte la siguiente información acerca del CULTIVO E INDUSTRIALIZACIÓN DEL AMARANTO. Si quieres más información te sugiero que visites las siguientes páginas:
GUIA DEL EMPRENDEDOR
http://www.guiadelemprendedor.com.ar/Amaranto.htm

PLAN RECTOR DEL AMARANTO (D.F)
http://www.sagarpa.gob.mx/dlg/df/planrectoramaranto.pdf


Autoconsumo El cultivo de amaranto como una actividad alternativa viable y rentable, se enmarca como un detonador económico regional que contribuye a reducir los niveles de desnutrición en los sectores más vulnerables de la población. El nuevo agricultor que incursione en esta actividad productiva, está mejorando su nivel nutricional y el de toda su familia, al adoptar como autoconsumo el amaranto y sus subproductos, en complemento a su dieta tradicional. Las cualidades nutricionales del amaranto son numerosas: - Importante balance proteico, se acerca mucho a la proteína ideal. - Alimentación humana (tortillas, tamales, atoles...) - Hojas se pueden consumir como verdura - Cultivo con gran productividad (1 planta produce: 166.715,7 granos, es decir 50.000 plantas / ha con 2.000 kg de grano por ha) - En EE.UU. se empiezan a industrializar alimentos para bebé a partir de amaranto. Una característica que le hace “ideal” al Amaranto para consumo humano, es que produce un grano nutritivo que es muy versátil como ingrediente de comida. El grano de amaranto tiene una única proteína que es alta en lisina. Ninguno de los granos comunes contiene una cantidad adecuada de este aminoácido para satisfacer necesidades dietéticas humanas. Además, algunas personas con susceptibilidades a ciertos granos utilizan el amaranto como suplente; sin descartar la posibilidad de alergia al amaranto, en todo caso menos frecuente. Es importante anotar que el consumo de amaranto es una tradición milenaria en Centro América. El amaranto fue un cultivo fundamental entre las civilizaciones prehispánicas del Nuevo Mundo. Su presencia data de cerca del año 4.000 a.C., en la región del valle de Tehuacán, México. Moctezuma, gobernante azteca, exigía un tributo de 40.000 toneladas de este grano a su amplio imperio. Los Aztecas lo llamaban “huauhtli”. Era utilizado para tradiciones religiosas de los antepasados, mezclando la semilla con sangre para la elaboración de ídolos como Huitzilopotchtli, los grandes sacerdotes lo usaban como fuente de fuerza e iluminación mística. Con la llegada de los Españoles, los sacerdotes-conquistadores ordenaron la exterminación del cultivo debido a la semejanza del culto religioso del pueblo indígena con el amaranto, a la celebración de “la comunión” con la ostia. También formaba parte de la alimentación de los que realizaban labores pesadas. Eliminar al amaranto de la dieta era una forma de debilitar al pueblo azteca. A pesar del mandato colonial, los campesinos de comunidades bien alejadas mantuvieron en estricto secreto el cultivo de amaranto, siendo este uno de sus principales alimentos, hasta la actualidad. La transformación tradicional del amaranto con fines de autoconsumo, y también comerciales se obtiene como grano reventado empleándose en la elaboración de “alegrías” y harina. El reventado de la semilla de amaranto conlleva varios propósitos: obtener sabor, color y aromas agradables, mejorar la relación de eficiencia proteínica (PER), así como la digestibilidad y la destrucción de factores antifisiológicos, lo que hace más nutritiva a la semilla. Además, existen para este proceso terminal tecnologías modernas de bajo costo, reduciendo mermas y optimizando los procesos productivos. Competitividad Hoy en día el aprovechamiento integral del cultivo de amaranto representa un potencial para convertirse en una actividad productiva competitiva dentro de los mercados nacionales e internacionales. Las características agronómicas y económicas del cultivo le enmarcan dentro de los parámetros deseados que permiten una amplitud de superficie cultivada a escala mundial, asegurando la presencia permanente del producto en el mercado. Una de sus mayores ventajas es la adaptabilidad a distintas zonas de producción y ambientes con una variación muy amplia, que van desde 300 a 2.000 mm de precipitación anual, en altitudes desde el nivel del mar hasta los 3.000 msnm y en suelos de mediana y aún baja calidad. La precipitación anual más aceptable para el cultivo es la que oscila entre 400 a 1.000 mm. Otro coadyuvante, es su nivel de resistencia a sequías, ya que necesita una cantidad de agua equivalente al 60% del agua que necesita el trigo o la cebada; resiste a plagas y enfermedades comunes o presenta baja incidencia de éstas en los rendimientos de producción. En términos comerciales, el cultivo de amaranto representa mayor rentabilidad que cultivos de cereales tradicionales, por su mayor precio comercial. El programa “Estrategias para la promoción y de la producción y las exportaciones de amaranto y sus productos”, estableció un costo de producción de $1.917.477, un ingreso bruto de la venta de la producción de $ 3.150.000 y una utilidad bruta de $ 1.232.532. En cuanto se refiere a la industrialización del amaranto como actividad competitiva, el desarrollo ha sido muy lento. El proceso de transformación del grano se ha realizado en su mayoría artesanalmente, lo cual ha significado crear ciertos nichos de mercado como el naturista, alimentación alternativa ( alegrías, harinas, tortillas, verduras etc.) Sin embargo, la preocupación de muchos países del mundo, entre ellos México es desarrollar nuevos productos de consumo masivo: barras energizantes, bebidas para niño, deportistas, tercera edad. Crear nichos de mercado específicos: gourmet (verdura), light, naturista, productos orgánicos, etc. Incorporar la proteína del amaranto a productos de la industria de botanas, cereales y panificación: Barcel, Sabritas, Kellogs, Maizoro, Bimbo, Tía Rosa, Wonder, etc. Es decir, una ampliación de mercados tradicionales, masivos y especializados. El Amaranto es una manera de diversificar su empresa de cultivo, asumiendo una ventaja competitiva dentro del mercado. Es interesante notar que la mayoría de la población del mundo se alimenta a través de sólo siete cosechas. Lo que es más, ha sido una práctica común durante los últimos 15 años para granjeros especializarse en determinadas cosechas. Las cosechas de amaranto les proporcionan a los granjeros la opción de aumentar la diversidad de cosechas, reduciendo el riesgo de insectos, enfermedades y pestes de la cizaña que se vuelven problemas serios. Para que la industrialización del amaranto alcance sólidos niveles de competitividad en el mercado mundial es indispensable que genere aplicaciones tecnológicas múltiples. Así, proteína de alta calidad, almidones modificados, aceite comestible, aplicaciones farmacéuticas con nichos de mercados competitivos en un contexto de economía de escala . Pocos intermediarios El consumo de amaranto en México es milenario. Su cultivo ha recobrado una importancia creciente, a pesar de que casi desaparece por el dominio religioso de los españoles en territorio azteca, por considerarla una planta pagana. Es así que se emite un mandato en el que se prohíbe el cultivo de amaranto so pena de crueles castigos. Sin embargo, a pesar de que parecía que la producción de amaranto había desaparecido por siglos, los campesinos venían cultivando a escalas pequeñas este vegetal de manera secreta, perpetuando la especie en su región hasta la actualidad. En este marco cultural-histórico surge el amaranto en las últimas décadas, con un retardo comercial, de rendimiento e industrialización, debido a su tratamiento de producción en pequeñas parcelas por siglos, sumándose a esto la poca investigación tecnológica. Esta situación puede ser catalogada como una desventaja a nivel productivo, comercial e industrial para la producción del amaranto, identificándose como un mercado poco desarrollado, conociéndose con precisión la oferta y la demanda. Sin embargo, hay un beneficio: la relación directa entre el productor y el transformador del amaranto, casi evitando por completo a los intermediarios. Hecho que no sucede en la comercialización de la gran mayoría de cultivos tradicionales, que encarecen y maltratan el producto. Por consecuencia y es deducible que tanto el productor y transformador tienen mejores ingresos por su trabajo, y por lo tanto, el consumir recibe también un precio justo. Aunque las utilidades nutricionales y económicas son altas, debe de considerarse que el amaranto es un grano que no es de consumo masivo, por lo que una vez obtenido el grano lo más probable es que, en un inicio, sea difícil encontrar un mercado potencial para el mismo. Ante esto se sugiere que el productor del cultivo sea el mismo que comercialice ya terminado el producto (harina, alegrías, pan, etc.). Esta puede ser una buena forma de entrar al mercado, sin intermediarios, con un margen de ganancia directo y completo, creando un potencial nicho de consumo.

!Buen día!

Ana Harm

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Buskerud, Kongsberg, Norway
Mexicana radicada en Noruega, critica y observadora social. ¿Cómo construir entre todos un mundo mejor y ménos egoísta?