domingo, 30 de diciembre de 2007

Izquierda politica

Izquierda política

De Wikipedia, la enciclopedia libre

El concepto de izquierda política, se refiere a un segmento del espectro político que considera prioritaria la consecución de la igualdad social por medio de los derechos colectivos (sociales), frente a intereses netamente individuales (privados) y a una visión tradicional de la sociedad, representados por la derecha política. En general, tiende a defender una sociedad laica, igualitaria y multicultural. En función del equilibrio entre todos estos factores, la izquierda política se divide en multitud de ramas ideológicas.

En Occidente y en particular en aquellos países en donde el sistema político puede considerarse una democracia liberal, normalmente tanto la izquierda como la derecha son versiones liberales y democráticas, en la medida en que no propugnan ningún tipo de totalitarismo.

"De tal palo, tal astilla"

¿De tal palo, tal astilla?
November 26, 2007

Movilidad y exclusión social

Nacer pobre es morir pobre. Así piensan muchos latinoamericanos —y puede que sin falta de razón. La región exhibe una limitada movilidad social, lo cual tiene su costo en términos de motivación, iniciativa y, en última instancia, producción. El hecho de que América Latina tenga la mayor desigualdad de ingresos del mundo ha sido motivo de preocupación desde hace mucho tiempo. Que la región sufra además de desigualdad de oportunidades es, de hecho, sumamente inquietante.

La movilidad social —o la falta de la misma— ocupa un lugar único en el tratamiento de la exclusión social. En vista de que la mayoría de las cuantificaciones de la exclusión social dependen de índices observables a simple vista del bienestar en momentos específicos, la movilidad social tiene que ver con factores que, si bien mayormente intangibles, son indudablemente poderosos, tales como los recuerdos, las esperanzas y expectativas del individuo y de las familias a lo largo del tiempo. Por ejemplo, dos sociedades con distribuciones del ingreso comparables pueden tener distintos niveles de bienestar en función del grado de movilidad social de cada una; la pobreza y otras manifestaciones de exclusión social son más soportables cuando el individuo alberga una expectativa razonable de mejorar sus propias circunstancias, o las de sus hijos. En este entendido, el análisis económico de la movilidad social procura hacer el seguimiento de la evolución de las distribuciones del ingreso en el tiempo, considerando a los individuos a lo largo del transcurso de su vida (movilidad social intrageneracional) y a las familias a lo largo de generaciones (movilidad social intergeneracional).

Aunque se dispone de datos sobre la movilidad social intergeneracional de países desarrollados, las investigaciones basadas en los datos disponibles de Brasil, Chile y Perú hacen pensar que la movilidad social en América Latina y el Caribe es más baja que en los países desarrollados, incluidos los que tienen los niveles más bajos de movilidad, Estados Unidos y el Reino Unido. El Gráfico 2 muestra las estimaciones correspondientes a estos tres países, así como a los países en desarrollo.

Los niveles de movilidad en las sociedades de la región varían entre los grupos de ingresos. En vista de que los grupos de ingresos medios gozan de niveles más altos de movilidad social hacia arriba y hacia abajo, los grupos más adinerados y los más pobres exhiben un grado de movilidad mucho menor. La falta de movilidad hacia arriba entre los estratos más pobres, la cual puede vincularse con trampas de pobreza, es especialmente dominante entre los sectores excluidos (como los descendientes de los esclavos africanos en Brasil) y en las regiones más pobres. Dicha inmovilidad social se puede vincular con la exclusión de servicios y mercados básicos, debido al aislamiento geográfico, la segregación o la discriminación en el mercado laboral. Además, debido a que la inversión en los niños depende de los recursos de la familia, las limitaciones crediticias de las familias más pobres refuerzan la inmovilidad.

La falta de movilidad hacia abajo entre el segmento más adinerado de la población se vincula, igualmente, con ciertos rasgos tales como la afiliación a algún grupo racial o étnico tradicionalmente privilegiado (como en el caso de los blancos en Brasil) y la residencia en regiones más desarrolladas.

El estrato más adinerado de la población también disfruta de mayor acceso a empleos mejor remunerados, gracias a un mayor acceso a la educación superior y a contactos sociales. La falta de movilidad en los estratos inferiores de la distribución de ingresos puede corresponder a dos fuentes de exclusión: la falta de oportunidades de que los hijos de los pobres adquieran mejores destrezas y mejoren sus perspectivas de empleo, y la reproducción de privilegios socioeconómicos entre los hijos de los adinerados. Curiosamente, al menos en Brasil, es más probable que una persona pobre se enriquezca que una persona rica se convierta en pobre.

La incapacidad de pasar a formar parte de las clases superiores se suele vincular a la falta de oportunidades de educación superior o a la segmentación en mercados laborales. Instituciones tales como los mercados crediticios, los programas de garantía de préstamos gubernamentales y la educación pública son importantes para determinar el grado de movilidad del ingreso de una sociedad. Investigaciones efectuadas en América Latina muestran que 62% de los hijos cuyos padres perciben salarios inferiores a la media terminan en el mismo grupo salarial que sus padres, y que esa fracción es mucho más baja (53%) para los hijos cuyos padres perciben salarios por encima de la media. Esto se corresponde con la teoría de limitaciones del endeudamiento, dado que es menos probable que las familias ricas encaren limitaciones económicas al invertir en sus hijos.

En otros estudios se han identificado otras limitaciones a la movilidad intergeneracional. Alrededor de 20% de la desigualdad de ingresos en Brasil y Chile se debe a la desigualdad de las circunstancias iniciales, tales como el nivel educativo alcanzado por los padres, su ocupación y raza. Al comparar las oportunidades en el mercado laboral de los hijos con las de sus padres en zonas urbanas de Perú se descubrió que, a pesar de los aumentos de la migración y la expansión de la educación formal, la persistencia de relaciones económicas y culturales ha neutralizado el esperado aumento de la movilidad.

Las percepciones de movilidad social y meritocracia son fundamentales para las perspectivas a largo plazo de economías y sociedades. Los individuos racionales tienen escasos incentivos para trabajar con ahínco e invertir en capital humano y físico si no piensan que tienen buenas posibilidades de ascenso social. Los individuos que se sienten atrapados sin perspectivas de mejora tienen menos desincentivos a la participación en conductas disfuncionales y antisociales, ya que tienen poco o nada que perder. Al mismo tiempo, sin inversión en capital humano y trabajo duro, esos individuos no tienen posibilidad alguna de ascender, lo que significa que los pobres seguirán siendo pobres.

Los latinoamericanos son en general pesimistas en cuanto a sus perspectivas de movilidad y en general no piensan que sus sociedades sean meritocráticas. Un análisis de la encuesta de opinión Latinobarómetro en 17 países de la región revela que 74,1% de los encuestados en 2000 piensa que hay desigualdad en cuanto a las oportunidades de superar la pobreza y 63,6% piensa que la pobreza no es una consecuencia de la falta de trabajo duro. Por el contrario, 71,5% de los encuestados atribuyó el éxito a los contactos personales. En términos de las percepciones de movilidad pasada y futura, los latinoamericanos piensan que la generación anterior (o sea, sus padres) alcanzó una posición algo mejor que la generación actual. Pero todavía hay esperanza. Entre los latinoamericanos existe la expectativa de movilidad social hacia arriba para la generación futura.

La medición de la movilidad social en América Latina y el Caribe todavía se encuentra en pañales, pero lo que se sabe hasta ahora presenta un escenario preocupante. Aparte de la escasa medida de éxito registrada en algunos países y entre ciertos grupos, es poco probable que la mayoría de los individuos de la región experimente mejoras significativas en sus ingresos o posición social, o la de sus hijos, independientemente de su esfuerzo y capacidad. Los incentivos para trabajar, adquirir destrezas o abstenerse de conductas socialmente indeseables se ven gravemente limitados cuando no hay un camino claro para sustraerse a la exclusión social. Por el contrario, los estratos superiores en América Latina exhiben escasa movilidad hacia abajo, de nuevo, independientemente de (la falta de) esfuerzo o capacidad. Por consiguiente, es poco probable que emprendan iniciativas de innovación o asuman riesgos que conduzcan al crecimiento económico y a otras formas de dinamismo social, y pueden ocuparse más en mantener su condición que en fomentar el bienestar público.

Los diseñadores de políticas encaran entonces toda una gama de retos. El primero de ellos es concebir políticas y programas, y posiblemente emprender reformas jurídicas, que equipen a los individuos adecuadamente para participar tanto en los beneficios como en las responsabilidades de la sociedad. Las mejoras de la calidad de la educación y el acceso, la atención médica y la salud, así como el acceso al crédito, representan tan sólo unas pocas áreas de mejora. En segundo lugar, las instituciones laborales, los sistemas de seguridad social y las condiciones macroeconómicas deben asegurar que el esfuerzo, el talento y el comportamiento socialmente deseable sean recompensados, tanto en lo inmediato como de una generación a otra.

En tercer lugar, los diseñadores de políticas harían mal en abordar la insuficiencia de movilidad social con redistribuciones de corto plazo de la riqueza que, si bien pueden resultar populares en un principio, al final pueden acabar por hacer poca cosa para mejorar la condición socioeconómica de los destinatarios a largo plazo. Las políticas deben hacer hincapié en la calidad de las oportunidades mediante el desarrollo del capital humano y social, en vez de intentos cortoplacistas de emparejar los resultados.

sábado, 29 de diciembre de 2007

Meramente personal

Acerca de la temporalidad del ser humano.
No deja de ser relevante ver a que grado de disminucion llega el ser humano con el tiempo (me refiero a la funcion corporal), nosotros que creemos que podemos "comernos el mundo entero de un solo bocado", y cuando nuestro cuerpo dice HASTA AQUI, es eso: Hasta aqui. No mas. En mi caso yo tengo dos luceros en este pais, luceros que cada dia se apagan mas: Son mi suegra y la tia de mi marido. La primera de 86 anios, la segunda de 97. Cada una vive en su propia casa, con sus propios problemas...compartidos. Mi admiracion y carinio hacia ellas es tan grande, que me duele, y mucho ver como se apagan cada dia. Son mujeres tan fuertes -aun en su flaqueza- que se resisten a caer...pero las fuerzas no dan mas. Ese es el principal problema: Que sus cuerpos ya no responden. "Que fuerte eres" -me dice mi suegra con admiracion, y agrega...yo tambien lo fui. A mi -que aunque no lo parezca soy una sentimental- se me parte el alma con ese comentario, y trato de consolarla, pero...a mi quien me consuela? A mis amigos no les hablo de estas cosas, "no es propio de gente educada amargarle la vida a los demas", y menos en plena fiesta. Por eso lo comparto en este espacio. Lo dicho: "Para resolver un problema, primero tienes que entenderlo". Que provoca que algunos foristas y una servidora utilicen este espacio para DESAHOGAR sus emociones; es que no tienen cerca a nadie que los escuche? Por mi parte dire que por ser cabeza de familia he aprendido a ser fuerte, a tragarme mi propio dolor y a compartir solo lo bueno...lo malo lo comparto con los intimos, pero el tiempo es cada vez mas escaso. Y cuando veo a mis intimos trato de aprovechar y disfrutar con ellos la alegria, compartiendo con ellos las cosas bellas que nos toca vivir, disfrutando de una buena comida, la charla, compras, etc. el dolor? El dolor puede esperar.
Feliz Navidad en un pais rico? Seguramente lo pasaron mejor en una remota aldea...son mis mejores deseos, ya que esta no fue una buena navidad para mi: Pusimos la mejor vajilla, adornamos la mesa, los regalos estaban bajo el arbol, pero despues de la cena mi suegra ya no aguanto y tuvo que abrir sus regalos -a iniciativa mia- recostada en su cama, bien dice el slogan "Hay cosas que la vida no puede comprar...para todo lo demas esta MASTERCARD"
Adios,
Ana Ma.

Historia del azucar


En cierta ocasion, leyendo un cuento infantil encontre una frase que decia: "Era tan pretenciosa, que pedia azucar en el te", y sere sincera...en aquella epoca no lo comprendi, ya que para mi como mexicana la azucar era de uso corriente. Tiempo despues comprendi que no era asi, que la azucar en Europa fue un privilegio, al alcance solo de los ricos. Por lo cual comparto en esta ocasion: "La historia del Azucar", y me quedo con una pregunta: De que manera ha transformado este ingrediente la vida de los latinoamericanos?



Historia del azúcar

La caña de azúcar

Se cree que la caña de azúcar fue usada por primera vez en la Polinesia , desde dónde se extendió a la India. En el 510 a .c, el emperador Darius de la antigua Persia invadió la India , dónde encontró “el junco que da miel sin abejas”. El secreto de la caña de azúcar, como muchos otros descubrimientos del hombre, fue guardado con gran cautela, mientras que el producto terminado fue exportado para obtener grandes beneficios.

Ésta fue una de las mayores expansiones del pueblo Árabe en el siglo séptimo después de cristo, la cual condujo a la ruptura del secreto. Cuando los árabes invadieron la antigua Persia en 642 d.c encontraron cultivos de caña de azúcar y aprendieron como producirla. Según continuaba su expansión, fueron introduciendo el cultivo de la caña de azúcar en las tierras que iban conquistando, incluyendo el norte de África y España.

El azúcar fue descubierto por los europeos occidentales a través de las cruzadas en el siglo once. A su regreso de las cruzadas, los cruzados divulgaron la existencia de esta “nueva especia” y las bondades de la misma. Los primeros datos sobre e azúcar fueron certificados en Inglaterra en 1099. Los siglos posteriores registraron un incremento significativo del comercio entre la Europa occidental y la Europa del este, incluyendo las importaciones de azúcar. Existe constancia de que hacia 1319, el azúcar estaba disponible en los mercados Londinenses por "two shillings a pound”, lo que equivalía a varios meses de salarios de un trabajador medio. Por ello, el azúcar estaba considerado como un bien de lujo.

Las grandes fortunas de la época, disfrutaban decorando sus mesas con esculturas de azúcar. Cuando Enrique III de Francia visitó Venecia, una fiesta en su honor mostraba ilustraciones, vajillas de plata e incluso prendas de lino confeccionado con derivados del azúcar.

La naturaleza de “bien de lujo” del azúcar, provocó que se le atribuyesen poderes medicinales. Muchas guías médicas de aquella época recomiendan suministrar azúcar a enfermos inválidos para aumentar sus fuerzas.

En el siglo quince, el azúcar Europeo era refinado en su mayoría en Venecia, pero Venecia perdió este monopolio en 1498, cuándo Vasco De Gama estableció el comercio con las Indias. En cualquier caso, fue el descubrimiento de América el que cambió el consumo mundial de azúcar.

En uno de sus primeros viajes, Cristóbal Colón llevó consigo plantas de caña de azúcar y las plantó en tierras del caribe. Este clima presentaba tantas ventajas para el cultivo de la caña de azúcar, que se estableció rápidamente una industria azucarera en aquel lugar. La demanda de azúcar en Europa era tan elevada que muchas de esas islas caribeñas fueron casi completamente deforestadas para crear grandes campos de cultivo de caña de azúcar, como por ejemplo la isla de Barbados, Antigua y parte de Tobago. Millones de personas fueron transportadas de diversas partes del mundo como África o La India para trabajar en los grandes campos de cultivo. La producción de azúcar estuvo por tanto íntimamente ligada al comercio de esclavos por parte de occidente.

El azúcar tenía tal importancia económica que todas las potencias Europeas establecieron o trataron de establecer colonias en las pequeñas islas del Caribe, lo que provocó numerosas batallas por el control de las islas. Mas adelante, el cultivo de caña de azúcar se trasladó a grandes plantaciones en otras partes del mundo (India, Indonesia, Filipinas y el Pacífico) para el suministro de los mercados Europeos y locales.


Fábrica de azúcar en las Indias Holandesas del este hacia 1850 por A. Salm (Fuente)

Alrededor de 1750 existían 120 refinerías de azúcar operando en el Reino Unido, y juntos producían sólo 30.000 toneladas anuales. En ese marco, el azúcar estaba todavía considerado un lujo y se conseguían grandes beneficios hasta tal punto que el azucar era conocido como “oro blanco”. La situacion en otros países occidental era similar.


Registro de las importaciones procedentes de Jamaica de 1738. (Fuente)
Los gobiernos se dieron cuenta de los enormes beneficios que ofrecía el azúcar y fijaron altos impuestos. Por lo tanto, el azúcar siguió considerándose un artículo de lujo. Esta situación continuó estable hasta finales del siglo XIX, cuándo la mayoría de los gobiernos redujeron o abolieron los impuestos y atrajeron precios al alcance de un ciudadano medio.

Datos personales

Mi foto
Buskerud, Kongsberg, Norway
Mexicana radicada en Noruega, critica y observadora social. ¿Cómo construir entre todos un mundo mejor y ménos egoísta?